Por Punto Curioso · 1 de junio de 2025

¿Y si al abrir un huevo no vieras una yema… sino un pequeño pato formado? En Filipinas, Vietnam y Camboya, esto no es una sorpresa, es una delicia callejera. Se llama balut, y es uno de los platos más extremos del mundo.
A simple vista puede parecer chocante. Dentro del cascarón hay un embrión de pato parcialmente desarrollado, con pico, ojos, plumas, y huesos blandos. Se cuece al vapor y se come tal cual. Pero más allá del impacto visual, el balut es parte del día a día de millones de personas.
Una explosión de proteínas… y tradiciones
El balut se suele vender en la calle, servido con un poco de sal, vinagre o chile. Se come caliente, con los dedos, y es habitual en meriendas, celebraciones o como tentempié nocturno. La textura es única: una mezcla de caldo sabroso, yema cremosa y carne tierna de ave.
Se dice que tiene propiedades afrodisíacas, que aporta fuerza, y que es el snack perfecto después de una noche de fiesta. Para muchos, es un orgullo nacional. Para otros… un reto turístico.
Y aunque provoque rechazo en quien no está acostumbrado, el balut lleva siglos cocinándose igual. Porque la tradición, como el gusto, no siempre entiende de fronteras.
📍 Dato curioso
El balut suele comerse cuando el embrión tiene entre 14 y 21 días. A menos de eso, es todo líquido. A más… el pico empieza a crujir.
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